Dios está aquí

Tras algún tiempo aprendiendo gracias a Google lo que ni mis profesores, ni tan siquiera mis padres supieron enseñarme, he llegado a la conclusión de que Internet es lo más cercano a Dios que conozco. Y aunque vaya a ir al infierno por esto (porque el purgatorio ya no existe) seguiré adorando Internet, en el nombre del Padre (Google), el Hijo (Wikipedia) y el Espíritu Santo (los social media). Así las cosas, ya estaba tardando en unirme a esta congregación de fieles al 2.0. Espero seguir aprendiendo de toda esa gente que sigo, y aportar si es posible, mi granito de arena a esta inmensa conversación.

Para acotar la temática de esta bitácora, hablaré (-mos, espero) sobre todo, de inquietudes y opiniones acerca de temas de comunicación, marketing e Internet. Siempre con el riesgo de que un día me despierte sensible y os cuele una paja mental nacida de mi pasión por la música, la literatura o el cine.

El título del blog: una nueva preocupación marketiniana que nace con la revolución de los social media.

- Mama, quiero ser un virus.- dijo la empresa a Internet, preocupada por toda esa gente que solo hablaba de boca a boca (oído, oreja o lo que sea), de compartir, de social media y “mensajes virales”.
La red de redes le dedicó una sonrisa condescendiente y le dijo, tan solo:
- Contenido, hija. Contenido.

… TO BE CONTINUED.