miércoles, 27 de enero de 2010


Y Moisés bajó de la montaña con los mandamientos en su iPad

(...y todo el mundo flipó en colores)

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No voy a hablar de sus cualidades, o de su precio, o de lo maravillosa que es su tecnología. No entiendo de nuevas tecnologías y hablo desde el más profundo desconocimiento técnico. Sólo quiero lanzar mi visión sobre la campaña de comunicación.

Lo único que tengo claro es que Apple tiene una estrategia de comunicación brutal, capaz de transformar el lanzamiento de un aparato, que no aporta nada realmente nuevo, al menos con el primer vistazo: lo táctil existe, y a fin de cuentas es un iPhone grande... pero sin phone, sin mucha más utilidad que un simple ordenador conectado a internet. Bien por su comodidad y lo bonito que es, pero... ¿justifica eso el revuelo social que ha despertado? Como han convertido el lanzamiento de ese bicho en un acontecimiento histórico mundial con una incontable repercusión mediática (sobre todo en blogs y redes sociales) ¡¿Por qué el timeline de mi Twitter era hoy monotemático -sobre todo a partir de las 7 de la tarde-?!



Muy buena comunicación. Los de Apple tienen el mundo a sus pies. Se han creado un universo teconológico propio, habitado por seres ansiosos de novedades que difunden solitos la información. Pero en mi opinión, la reacción ha sido totalmente desproporcionada a lo que supone el producto en sí.

Solo queda esperar, a ver en que consiste esa revolución que prometen los "manzanistas".

1 comentario:

  1. Mucha razón en lo que dices de la comunicación.
    Apple ha llegado a un extremo en el que la expectación que se crea ante una de sus keynotes se convierte en algo obsesivo.
    Y lo dice alguien como yo que me obsesiono como el que más.

    Fíjate que hasta mi madre sabía que ayer por la tarde Apple iba a presentar algo...

    Eso sí, después de lo visto ayer, creo que todos hemos aprendido una lección. No se pueden pedir peras al olmo, esperábamos tanto que salimos un poco decepcionados.
    A ver si aprendemos la próxima vez.

    Un saludo!

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